EL HUERTO ESCOLAR
EN SEGURA DE LA SIERRA.
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¡Qué satisfacción da ver cómo el esfuerzo da sus frutos! Y nunca mejor dicho.
En nuestro colegio de Segura de la Sierra, el alumnado ha demostrado que con ilusión, constancia y mucho mimo se puede transformar un pequeño rincón en todo un vergel lleno de vida.
Durante estos meses, nuestros peques —y no tan peques— han estado trabajando en el huerto escolar, aprendiendo a cuidar la tierra, a observar el ritmo de la naturaleza y a respetar los tiempos de cada planta. Han sembrado con sus propias manos acelgas, espinacas, lechugas, habas, guisantes, fresas, ajos… ¡incluso lavanda y romero para dar ese aroma tan especial a nuestro rincón verde!
Hoy podemos decir con orgullo que ya están recogiendo los frutos de su trabajo. Las cestas se llenan de colores, olores y sabores que nos conectan con lo más esencial: la tierra, la paciencia y la gratitud por todo lo que nos da.
Más allá de lo que aprendemos en libros o pantallas, experiencias como esta son las que verdaderamente siembran valores: el respeto por la naturaleza, la responsabilidad compartida, la cooperación, y por supuesto, el placer de cultivar algo con tus propias manos.
Queremos aprovechar también para dar un agradecimiento muy especial a Marta y Elena, que han sido el alma y el motor de este proyecto.
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