LOS FRUTOS DEL HUERTO ESCOLAR
¡Del huerto a las manos! El alumnado recoge guisantes y habas y trasplanta tomates.
Esta semana, nuestro huerto escolar está más vivo que nunca. El alumnado ha sido protagonista de una de las experiencias más gratificantes del trabajo en la tierra: recoger los frutos de lo sembrado. Con mucha ilusión y no poco asombro, los niños y niñas han comenzado a cosechar guisantes y habas, frutos que han cuidado con esmero durante los últimos meses.
Ver sus manos llenas de vainas verdes, escuchar sus comentarios curiosos y observar cómo comparaban tamaños y formas nos recuerda por qué apostamos por este tipo de aprendizaje. Porque en el huerto no solo se cultivan hortalizas, también se cultivan valores como la paciencia, la responsabilidad, el esfuerzo y el respeto por la naturaleza.
Pero el trabajo no se detiene: mientras unos recolectaban, otros se han encargado de una tarea igualmente importante: el trasplante de tomateras. Con delicadeza y atención, el alumnado ha trasladado los pequeños plantones de tomate a su nuevo lugar en el huerto, asegurándose de que cada uno tenga suficiente espacio, tierra y agua para seguir creciendo fuerte y sano.
Estas actividades nos permiten seguir integrando contenidos curriculares con experiencias prácticas, fomentando el trabajo en equipo y, sobre todo, conectando a los niños y niñas con los ciclos de la vida y de la tierra.
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